La culpa no es del chancho sino de quien le da de comer

Los medios de comunicación en toda Latinoamérica, no quedaron fuera de una de las más reñidas, coloridas, y polémicas elecciones que se llevaron a cabo en la historia de los Estados Unidos. En muchos medios la noticia dejó de lado importantes novedades de la jornada porque, las elecciones en el imperio fueron el dato del día. En Argentina, La Nación, por ejemplo en su versión digital, cubrió su página principal con noticias de las elecciones y actualizó los resultados cada cinco minutos, con una gráfica que mostró a Barack Obama y John McCain en porcentajes electorales. El Tiempo de Colombia, mostró un link en su página principal que te llevó sobre un mapa interactivo con el número de votos recibidos en cada uno de los estados. El periódico Granma, que dice ser el órgano oficial del comité central del Partido Comunista de Cuba, también se mostró muy pendiente de lo que sucedió en Estados Unidos. Si bien su página es muy simple y no mostró gráficos publicó con mucha precisión las noticias más actuales de los comicios. El Nacional de Venezuela, se limitó a mostrar fotos de ambos senadores en la contienda con datos actualizados pero no descuidó las noticias locales de su país. La Nación de Costa Rica, también puso un mapa interactivo que mostró, con sólo pulsar el mouse de la computadora los más recientes porcentajes que cada candidato obtenía estado por estado. El Universal de México, se encontraban datos y estadísticas de cada candidato, por separado, en dos diferentes links. En este portal cibernético, ni el demócrata Obama, ni el republicano McCain, consiguieron ocupar los espacios principales del sitio. Los sucesos mexicanos, mostraron prioridad. En España, las elecciones parecían ser en el propio suelo español. En la página web del diario El País, el evento electoral estadounidense fue la noticia más destacada con gráficos, mapas electorales, noticias recientes, y actualizaciones cada cinco minutos.

Los hermanos Coen, un cine que me gusta

Joel y Ethan Coen son dos cineastas que tienen una filmografía que habla por sí sola. Y tienen un humor muy particular. Y punto. ‘Quemar después de leer’ es su última película, un prodigioso “a caballo” entre el humorismo caótico de ‘El gran Lebowski’ y el fatalismo de ‘Fargo’. Leí en muchos sitios, que "Quemar después de leer" es una obra menor, me parece una afirmación precipitada. Seguro que este film se conectó con un sector al que nunca le había entusiasmado el cine de estos hermanos y es ese sector el que se enamoró de "No es país para viejos". Un agente de la CIA, de nombre Ozzy Cox (John Malkovich), es despedido sin contemplaciones. Como revancha se propone escribir sus memorias, para despotricar contra el sistema que le ha excluido de un día para otro. Su mujer (Tilda Swinton), una víbora que le engaña, le roba el CD donde están almacenadas las memorias, y por cosas de la vida acaba en manos de dos empleados de un gimnasio, Linda (Frances McDormand) y Chad (Brad Pitt).